martes, 22 de marzo de 2011

Sucubo.

En las leyendas de la Edad Media, un súcubo (succŭbus del Latín succubare, "reposar debajo") es un demonio femenino que acude a un hombre en sus sueños, especialmente monjes, para seducirlos y mantener relaciones sexuales, absorbiendo energía del hombre para mantenerse, a menudo hasta el punto de agotarlo o matarlo.

El súcubo adopta una forma atractiva, pues sabe que los hombres se excitan por la vista y caen más fácilmente a los pies de una chica sexy. Según la zona geográfica, la leyenda varía y, aunque siempre se trata de mujeres hermosas, cambian algunas de sus características y su forma de hacer el mal: algunas mitologías hablan de demonios masculinos que toman la forma de mujeres muertas para consumir al hombre; otras, de beldades que viajan montadas en burro y poseen vaginas dentadas con las que castrar al hombre que las penetre; otras, de mujeres aladas que, cual mantis religiosas, se comen al hombre vivo durante el acto sexual… También hay cuadros que pintan a los súcubos como seres híbridos, mujeres humanas mezcladas con bestias, que lucen cornamentas, colmillos, cascos de caballo, alas y otros complementos de pesadilla que acentúan su rara belleza.

Tras una noche de muchas erecciones y eyaculaciones, mezcladas con punzadas de miedo y vértigo, vendrá la bajamar: una mañana de debilidad, cansancio y recuerdos borrosos y morbosos pero inquietantes. Como dice el profesor Manuel Carballa
“a no ser por los restos de semen o sangre encontrados entre las sábanas, la víctima sólo recordará la experiencia como un sueño”.
Esto al principio, luego la cosa se convertirá en obsesión y, muchas veces, aún consciente de estar bajo el influjo de un súcubo, el hombre no podrá evitar derramar su energía seminal cada noche, dejando trabajo, mujeres, hijos y amantes para entregarse en cuerpo y alma a su demonio nocturno... hasta la muerte.
(Tomado de : http://blogs.ozu.es/medium/2007/4/25/sucubos-e-incubos)

A lo largo de la historia de magia y de diversas leyendas han surgido varios nombres de súcubos como Ábrahel, Lilith, Rusalka, Florina Vasordiel o Iutzi.


Supongo que todos hemos vivido cerca de algún súcubo, o incluso muchos podemos haber sido algo parecido a lo largo de nuestra vida.

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